Después de la farra, viene el chuchaqui. Ahora estamos con un fuerte dolor de cabeza, luego de diez años de un bacanal de gastos descontrolados. El Gobierno acaba de lanzar su plan económico para “reactivar la producción, la inversión, el trabajo y el bienestar a los ecuatorianos”; y nos afirma que no se trata de un paquetazo. Lo que sí conocemos, además del anunciado recorte del gasto fiscal, es ese grito silencioso de millones de ecuatorianos que claman al Ejecutivo para que tome acción y realmente lidere. (...) Si no se demuestran esos cambios y el Gobierno conserva en importantes puestos de dirección a buena parte de los personajes del gobierno anterior, simplemente lucirán inertes y serán más de lo mismo, con diferente remoquete.