Hace algunos años, cuando se reformó la Ley de Tránsito y comenzó a regir la sanción por puntos en las licencias de conducir, el reportero de un diario de Quito se subió a un bus desde el inicio del recorrido hasta la parada final. Anotó todas las infracciones, comenzando por la de aceptar que suban y bajen pasajeros desde un carril no permitido, invadir la vía contraria, pasar con la luz roja del semáforo, etc. (...) La impericia, una vez más, aparece como la principal causa. A eso se suma la falta de control en las carreteras. Esto a pesar de que en el más reciente accidente el bus fue revisado antes de salir de Guayaquil. No disminuir la velocidad en una zona de pronunciadas curvas es una irresponsabilidad tremenda. “No podemos quedarnos impasibles, ni toleraremos esto como normal”, advirtió el Presidente de la República en su mensaje la noche del lunes en cadena de radio y televisión.