Después de pasar diez años sin ejercer una de sus funciones más importantes, como es la fiscalización, al fin la Asamblea ha tomado esta tarea como una de sus actividades fundamentales. Y en consecuencia, por esta nueva actitud de la gran mayoría de asambleístas ha sido censurado el látigo de Correa para los medios de comunicación, que fue el superintendente Ochoa. Y tiene en mente y en camino la fiscalización al fiscal general. Es más que seguro que este funcionario será sometido a juicio político por incumplimiento de funciones, es decir, porque no hizo las investigaciones pertinentes para saber si el expresidente Correa estuvo incurso en hechos de corrupción. El fiscal Baca ha evitado, con cualquier pretexto, convocar a Correa para completar investigaciones importantes acerca de la corrupción generalizada que fue la tónica de los diez años de gobierno correísta.