La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, refirió que ella no es muy simpatizante de las reelecciones presidenciales, pues los sistemas pocos transparentes que todavía tenemos en América Latina se prestan para un uso inadecuado de los recursos públicos a favor del candidato oficialista o presidente que se está reeligiendo, lo ideal es avanzar hacia períodos presidenciales mucho más amplios, al estilo de México sin reelección. Ahora en el caso de que haya reelección hay que limitarla, más allá de una reelección empezamos a entrar en aguas turbulentas de un ejercicio bastante abusivo del poder. Para la exmandataria el impacto de las reelecciones indefinidas, en el mediano y largo plazo se va sintiendo no solo en las instituciones nacionales sino también en las internacionales, pero el impacto mayor es internamente en donde se da un debilitamiento de los organismos de control sobre el ejercicio del poder, un debilitamiento de la oposición, se debilita el surgimiento de nuevos liderazgos, de manera que esta no es una buena receta si estamos hablando de del fortalecimiento de la calidad de la democracia en nuestros países. En América Latina hemos visto una evolución positiva de la administración de la Justicia, aun cuando existe el reto de la independencia judicial en varios países, pero cuando se habla del tema de la corrupción y cuando finalmente vemos que un caso como Odebrecht fue capaz de ponerle cara a los corruptos, yo estoy convencida que estos problemas de corrupción vienen de muy atrás, no creo que sea algo nuevo, lo nuevo es que tenemos jueces y fiscales con suficiente independencia y actuando con un gran profesionalismo que fueron capaces de destapar estos casos de corrupción con independencia de can poderoso era el empresario o el político involucrado en el caso.