El canciller Guillaume Long, al referirse a la catástrofe humanitaria que dejó el terremoto 7.8 grados el pasado 16 de abril, dijo que se ha tenido una primera fase de rescate de víctimas, y ahora nos encontramos en una segunda fase de los albergues y dar soluciones a más de 30.000 damnificados. La ayuda humanitaria internacional tiene que evolucionar y responder a las necesidades de los damnificados, para que esta no se convierta en un desastre, en una falta de organización, y en algunos casos de irrespeto a la institucionalidad del Ecuador. acotó. El funcionario considera de que de todas las crisis surgen oportunidades, aunque hubiéramos querido que eso no ocurra. El canciller se mostró optimista de la evolución macroeconómica, pues se está estabilizando, hay créditos que han entrado, el precio del petróleo se ha recuperado levemente, pero sustancialmente. ¡Qué bueno!, porque si se desploman en el segundo semestre eso va a significar una crisis petrolera en el 2017.